miércoles, 6 de enero de 2010

El comienzo: la idea (I)

El principio de todo parte de una idea y esto puede ser aplicable tanto a la novela como a la empresa, aunque en este post lo centraré más en el tema empresarial. Hay quien cree que las ideas se encuentran en un paraíso perdido al que sólo tienen acceso ciertos iluminados con la capacidad y creatividad suficiente para rescatarlas y hacerlas realidad. Esto, si bien ayuda, creo que no es ni condición necesaria ni mucho menos suficiente. Entonces, ¿existe un método para dar con ideas y, aún mejor, con buenas ideas? ¿cómo lograrlo? Hablemos de ello.

Hace poco vi un vídeo donde Punset hablaba de la creatividad con un profesor estadounidense. Punset defendía que las principales características de la persona creativa son la curiosidad, la adaptabilidad, el coeficiente de inteligencia y el control de las emociones. El profesor le responde que la motivación es clave para ser creativo, tiene que gustarte lo que haces para conseguir ser creativo. Estoy de acuerdo, por lo que, en primer lugar, haré un listado de aficiones, de intereses y de habilidades (fortalezas). Una especie de brainstorming individual. Algo sencillo, con un trozo de papel y un boli bastará.

La segunda parte es elaborar otra lista, una de necesidades sociales (oportunidades), de actualidad, lo que se lleva, lo que está de moda. La podemos hacer más superficial o más profunda, pero creo que es fundamental no dejarnos llevar por la pasión de una idea sin ubicarla en el contexto actual. Ideas locas que han acabado triunfando, las hay, pero son las menos.

Con estos dos listados podemos tener un mapa de combinaciones que nos permita empezar a pensar con claridad, pero aún así tenemos que seguir dándoles vueltas. Hagámonos preguntas que no podemos obviar:

¿Es una idea nueva, es una oportunidad de mercado? ¿de qué datos disponemos, o podemos obtener? ¿Cuál es la situación del mercado actualmente? Qué factores avalan nuestro proyecto: experiencia, oportunidad de mercado, ventaja competitiva, etc. ¿Es innovador? ¿de qué tipo, a nivel de producto, de proceso, de gestión...?

En realidad, este podría ser un primer método, de aproximación, sencillo, donde no tenemos que recurrir a grandes inventos ni soluciones complejas. Si no hemos dado con nada que no pueda superar la primera criba de preguntas, recurramos a los gurús y que nos iluminen con sus fuentes de ideas:

Arthur H.Kuriloff y John M.Hemphill

  • La invención.
  • El interés personal o los hobbies.
  • La observación de tendencias sociales.
  • La observación de las deficiencias de los demás.
  • La observación de una ausencia.
  • El descubrimiento de nuevos usos para cosas ordinarias.

Peter Drucker

  • Lo inesperado.
  • La incongruencia.
  • Una necesidad de proceso.
  • Los cambios en la estructura de la industria o del mercado.
  • La demografía.
  • Los cambios en la percepción de la gente.
  • Los nuevos conocimientos.

Como veis no hablan de nada nuevo, pero su enumeración nos sirve de reflexión para empezar a darle vueltas al coco, como lo puede ser la lectura de alguno de los blogs que veis al margen, en el blogroll, o algunas páginas muy interesantes sobre la generación de ideas y tendencias, que iré comentando a lo largo del año.

Os dejo algunas preguntas más, antes de cerrar esta entrada:

¿Se trata de una idea avanzada o es teórica? ¿Está en fase de introducción y comercialización en el mercado? ¿Es creíble la puesta en marcha del proyecto?

Pensemos en todo esto y nos vemos en el siguiente capítulo.

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