jueves, 7 de enero de 2010

Aprendiendo a escribir con Paul Auster (I)

Mi escritor preferido del momento es Paul Auster. No sé si lo será en el futuro, pero la verdad es que los libros que más agusto leo son los suyos. Los devoro.

Brooklyn Follies no es su mejor libro, pero fue el primero que cayó en mis manos y quizá por ello le tengo un cariño especial. He pensado hacer con él un pequeño ejercicio para desentumecer los dedos, por lo menos hasta que tenga claro el tema de mi novela. Se trata de estudiar la forma del libro, mirar cómo está estructurado y descubrir cuál es su esquema de contenidos.

Abro el libro por el primer capítulo, OBERTURA, y me encuentro la siguiente frase:

Estaba buscando un sitio tranquilo para morir.

Como primera frase no está mal. No es que sea obligatorio tener una frase con gancho para empezar, pero desde luego ayuda. En ocasiones las veo, y en cierto modo lo son, pequeñas declaraciones de intenciones. Sólo con esta frase ya sabemos que es un libro narrado en primera persona y que trata de alguien en los últimos días de su vida.

El siguiente elemento en un libro, tras una oración, es el párrafo. Muchos autores recurren a la forma de párrafo como frase inicial seguida de su explicación. Es lógico si entendemos que un punto y aparte fija un cambio en la temática. Siguiendo esta teoría, en el primer párrafo nos encontraremos qué sitio elige el autor de la frase para morir (Brooklyn), el cómo y el porqué. Se cierra el mismo de la siguiente manera:

Un fin silencioso para mi triste y ridícula vida.

Completemos el capítulo. Un conjunto de párrafos que viene a relatar la situación de un hombre que va a Brooklyn a morir (1), que está divorciado y ha vendido su casa de Bronxville (2), que tiene dificultades para ocupar su tiempo y que piensa en su hija (3), que recuerda cómo le comunicó lo de su cáncer (4), que piensa que no todo es desagradable (5), que en realidad no es seguro que muera y quizá debiera buscar una ocupación (6), cuenta su redescubrimiento del barrio (7), habla de su original ocupación, la escritura de un proyecto llamado "El libro del desvarío humano" (8), el desarrollo del proyecto (9), la organización de proyecto (10), ejemplos de la ejecución, deteniéndose en la historia de Jonas Weinberg, dentro del apartado de "Destinos Crueles" (11) y prosiguiendo con ella (12,13,14), siendo el último párrafo (15) el siguiente:

Era la madre de Jonas Weinberg. Según lo que me contó el doctor, murió sin recobrar el conocimiento.

Al igual que en cine se trata de una secuencia inicial, de una presentación de personaje y de situación, de un planteamiento. Lo que me gusta es que no es una presentación directa, perdiéndose en descripciones pormenorizadas de cómo es, si no que habla de dónde está, lo que hace y va añadiendo datos sobre él poco a poco. El final del capítulo, contando la historia de Jonas Weinberg, ayuda a reforzar el estado en el que se encuentra. Para mí queda perfectamente definido.

Dos cosas más de Paul Auster. Utiliza frases cortas, en muchas ocasiones oraciones simples, nada cargantes, pero con un gran dominio del lenguaje, por lo que consigue transmitir sin caer en la forma facilona de los bestsellers. Me encanta cómo describe el ambiente urbano, nombrando calles, parques y plazas, cafés, restaurantes, museos, etc. Te da la sensación de estar callejeando Nueva York.

Me ha gustado el experimento, así que seguiré unos días más. Echaremos un vistazo a los diálogos y a los personajes y utilizaremos alguna descripción para ilustrar la forma de escribir de Paul Auster. A ver si se me pega algo :-)

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