jueves, 27 de mayo de 2010

PWC, ESIC, Expansión y las tendencias

Aún sigo a vueltas con la idea de negocio que me ilusione lo suficiente como para invertir tiempo y dinero. Tal vez soy demasiado crítico con todas las que me pasan por la cabeza y las voy deshechando, cuando en realidad debiera analizarlas un poco antes.
En cualquier caso, he pensado en seguir con lo que empecé hace ya algunos meses y buscar fuentes de oportunidad y tendencias actuales. En particular, voy a comentar libros y publicaciones con las que he topado hace poco y que me están dando herramientas de búsqueda más fiables.
Para empezar con la serie, aquí dejo este interesante pdf de una presentación que hicieron PWC, ESIC y Expansión sobre tendencias. Viene bien para hacer reflexión sobre qué se lleva y qué funciona actualmente:

Presentación sobre tendencias

martes, 25 de mayo de 2010

Haruki Murakami

Pasé un año viviendo en Zaragoza, cuando estaba en Accenture. Recuerdo una noche que salí de trabajar bastante tarde y me fui a cenar algo al VIPS de Plaza de Aragón. Es de los pocos que quedan con sección de revistas y libros y se encuentra entre la entrada y el restaurante, por lo que era inevitable que cada vez que iba me entretuviese hojeando algo. Aquella noche eché un vistazo a los libros de bolsillo y me llamó la atención uno en especial: "Tokyo Blues". Leí despacio el nombre del autor: Ha-ru-ki Mu-ra-ka-mi. En la contraportada descubrí que el título original era "Norwegian Wood" en referencia a la canción de los Beatles y que trataba de un estudiante universitario, Toru Watanabe, y de su relación con dos chicas Midori y Naoko. Me convenció por sus referencias icónico-culturales y por ese halo de nostalgía que desprendía, ubicado en el ambiente del Tokyo de los años sesenta. No lo dudé, sería una de mis lecturas para ese otoño.

Desde entonces me he leído varios de Murakami. El último fue "Al sur de la frontera, al oeste del sol". ¿Qué es lo que me gusta tanto de sus libros? Pues en parte esas primeras impresiones que tuve y que luego se confirmaron. Me gusta cuando los autores vuelcan sus gustos en sus obras, como Woody Allen con Bergman, Fellini o Brando, y Murakami también lo hace, con referencias musicales, sobre todo del jazz (él regentaba un club antes de ser oficialmente escritor) o con el deporte o la literatura occidental, en Tokyo Blues a Toru le fascina "The great Gatsby" y Updike, por ejemplo. Me parece un gesto honesto y mientras no escriban copiando deliveradamente a otros, rinden un pequeño homenaje y alimentan su trabajo. Otro detalle que me gusta es su uso de la ficción dentro de la realidad. Cuando ésta no es suficiente para explicar lo que quiere decir, utiliza sucesos surreailistas como elemento simbólico y lo hace con una habilidad que al lector no le es extraño. Y una cosa más, vidas cotidianas de la gran urbe, con sus inquietudes y sus preocupaciones. Como los personajes de Paul Auster, estos también leen, pasean por la calle, toman café, fuman un cigarrillo o cogen un taxi. Cada vez que plancho me acuerdo del protagonista de "Crónica del pájaro que da cuerda al mundo", a quien describía siguiendo meticulosamente unos pasos mientras escuchaba "La Gazza Ladra" de Rossini.

Es curioso que el año que estuve en Accenture me trajera, entre otras cosas, el descubrimiento de los que hoy en día son mis autores preferidos: Paul Auster y Haruki Murakami. El primero coincide con mi entrada en la empresa, en noviembre de 2006, cuando leí "Brooklyn Follies" y "La noche del oráculo", y di con el segundo cuando mi salida ya estaba anunciada, en noviembre de 2007.